jueves, 19 de abril de 2007

Baño de Temazcal

Baño de Temazcal


Conocida tambien como "la casa del sudor", su significado literal en Nahuatl es "la casa del baño", de teme, baño, y cali, casa. Los aztecas utilizaban mucho el baño de temazcal, no unicamente para su limpieza personal diaria, sino como un eficaz tratamiento para cierto tipo de enfermedades, y en una dimension mucho mas compleja, como una ceremonia ritual de purificacion e iniciacion.

El Temazcal con su forma de iglú representa al vientre materno de la madre tierra y de alguna manera lo que se experimenta es un renacimiento. La puerta representa al útero de donde salimos de nuestra madre y el entrar de nuevo es un acto sagrado de regresar por donde venimos al mundo, el interior oscuro, caliente y húmedo nos contiene y protege como el vientre de nuestra madre nos contuvo y nos protegió.

En la comunidad de Atlautla, Edo. de México, todavía es preservada la costumbre ancestral sobre el uso y aplicación de las plantas curativas en el baño de temazcal como tratamiento para curar sus enfermedades. Normalmente las mujeres al inicio del puerperio como después del parto, son quienes acuden al temazcal para ser tratadas por las parteras, mismas que con su experiencia acomodan al niño en el vientre con sobadas, y después del alumbramiento para sacar la frialdad del cuerpo y fortalecer los huesos de la cadera de la madre. También se ha hecho hábito entre los habitantes de la comunidad acudir al temazcal cada ocho días para bañarse o restablecerse de alguna enfermedad.
Las plantas que normalmente se utilizan para estos tratamientos son clasificadas en plantas calientes para sacar el frío del cuerpo, para curar las reumas y para enfermedades respiratorias, y las hierbas frescas para sacar el calor del cuerpo. Otras plantas son usadas para hojear en el temazcal (acción que sirve para bajar el vapor dentro del baño) y algunas otras para ingerirlas en forma de té.
Esta investigación se realizó con el fin de conservar, preservar y difundir el conocimiento que se tiene acerca del uso del temazcal entre las nuevas generaciones, resaltando la importancia de la diversidad de las plantas medicinales usadas en estos tratamientos.

La entrada es una pequeña abertura por la que apenas cabe una persona en cuatro pies. Al lado contrario de la puerta tiene una hornilla con acceso desde el exterior, por donde se le meten las piedras, el fuego y las yerbas, y arriba tiene una especie de chimenea para la salida del humo. El piso es convexo, y el nivel es más bajo que el del suelo exterior.

Técnicamente, el temazcal es una construcción cerrada y pequeña, en la cual se introducen piedras porosas previamente calentadas al rojo vivo. La diferencia del baño mexicano consiste en que lo que se vierte sobre las piedras para producir el vapor no es agua, sino una infusión de plantas medicinales, cuyo vapor se abanica con un manojo de plantas frescas. Hoy el temazcal es una experiencia con fines curativos o rituales, conducida por un temazcalero, curandero o sudador.

Aunque la medicina occidental ha incorporado la herbolaria mexicana a sus parámetros, lo cierto es que para el curandero el concepto de enfermedad incluye un complejo sistema de elementos místicos que pueden ser de gran ayuda para tratar enfermedades psicosomáticas.

Las siguientes etnias utilizan los tradicionales baños de temazcal:

Pai-pais, mixtecos, triques, zapotecos, choles, chujes, mames, tojolabales, tzeltales, tzotziles, zoques, nahuas, otomíes, tlapanecos, cuicatecos, chochos, ixcatecos, mazatecos, mixes, totonacas, seris, tepehuas, matlatzincas y ocuiltecos.

USO DEL TEMAZCAL

Antes de usarse, el sudador o curandero mete en el temazcal un petate, una vasija con agua y hojas de maíz o yerbas medicinales. Desde afuera prende la hornilla para que las piedras se calienten al rojo vivo. Después, la persona que va a usar el baño se acuesta desnuda sobre el petate. El temazcalero entra con él y cierra la puerta, pero deja la chimenea abierta por un rato para que el temazcal no se llene de humo.

Cuando el baño está suficientemente caliente, el sudador sale, cierra el "respiradero" y rocía las piedras con suficiente agua hasta que se apaguen para que el baño se llene de un vapor blanco y denso. El curandero vuelve a entrar y "varea" (golpea suavemente), en especial la "parte enferma" del que lo usa, con el manojo de yerbas húmedas. Este movimiento hace bajar el vapor.

Dedicado especialmente a mi amigo Enrique, que ha compartido las costumbres de su tierra. Muchas gracias y besiños.


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